Cuando crees que todo acabo.

Con Sofi hemos tenido que vivir toda clase de crisis, las convulsivas, las de dolor, las irritativas y porque no, también hemos vivido berrinches. 

Las crisis, su duración es variable pero han habido algunas que han durado hasta dos horas...

Las últimas, dos días seguidos con crisis, en realidad el primer día no identifique el motivo, así que no tuve más remedio que calmarla con medicamento .

El segundo día, las cosas fueron más claras, tenía dolor, sin embargo nada de lo que hacíamos parecía hacer efecto, el problema; no podía ir al baño... problemas gástricos, parece que nunca se van... 

Dos horas en crisis, nada hace efecto, la niña está muy mal; así que el abuelo asesorado por el pediatra sugieren un lavado, hay veces que uno se tiene que armar de valor y adelante.

Después de cuarenta y cinco minutos lo logramos, parece que Sofi ya no tiene dolor, pudo vaciar su estómago. 

Llegamos al final de la crisis. 

Ahora a recoger y a liberar el cuerpo, Sofi necesitaba un baño y yo un cambio de ropa. 

Así que su niñera se llevó a Sofi a bañar para poderla limpiar, yo creía que todo había terminado, una crisis más, que nos dejo a la niñera y a mi agotadas. 

Estaba yo cambiándome cuando escucho un grito de Sofi, seguido de un golpe seco, terminando con un grito de la niñera ..."No Sofi, no"... un último intento de autoagresion, y más que intento, fue para Sofi un éxito, acto seguido el agua de la regadera se torna roja. Sofi se golpeó en la regadera y logró abrirse toda la zona arriba de la ceja. 

Acto seguido a tomar fuerzas nuevamente, pensaba que ya todo había terminado, y no ahora hay que ir al hospital, la herida es muy grande. 

Su abuelo me dice, dale sus medicinas para que se calme y la puedan atender, por el contrario el papa de Sofi sugiere que no, lo anterior para ver su nivel de alterta; suena lógico hay que ver si no hay un daño más profundo. 

No puedo manejar, estoy muy cansada y estresada, así que tomo un taxi, ahí abuelo y papa esperan a Sofi.

Lo increíble, después del golpe Sofi se calmó completamente, no lloro, no se asustó, pareciera ser que necesitaba sentir para calmarse. 

Llegando al hospital el cirujano con cuidado la envuelve en una sabana para evitar que se mueva, y en brazos de papa, mama y abuelo, recibe 10 puntadas mientas escucha La Vie en Rose para estar calmada... 

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